El Sentido del Deber

Gustavo López acababa  de incorporarse al ejército como soldado raso. A las cinco de la mañana el clarín estridente y sonoro llamó a formar filas. “La mascota de nuestro jefe está en peligro”, bramó el Caporal masticando chicle. “Debemos pasar del otro lado de las líneas enemigas para rescatar el loro del General, que se escapó de su jaula. Nuestro honor está en juego”, insistió. “Debemos salvar a ese pobre animal de las garras despiadadas de esos crueles ignorantes, no importa si morimos en el intento, ¡lo importante es cumplir con nuestro deber! ¡Viva la Patria!”. “¡Viva!”, respondieron todos al unísono.  El soldado López  tragó saliva, sintió latir sus sienes, la vista se le nubló, su estómago hizo un ruido extraño y dos gruesas gotas de sudor corrieron por su frente.

FO 85067 – 29 x 17 x 13 cm (LWH)