Banco de Paris

La cálida y agradable tardecita se prestaba para un partido de petanca .Marcel Dupont preparó con esmero un par de bolas, escupió sobre ellas para lustrarlas y con una franela les sacó brillo. Le puso la correa a Sandokán, el viejo bulldog de la familia y juntos partieron al Bois de Boulogne. Al llegar se sentó en un banco a esperar a sus amigos.

Estaba adormeciéndose cuando una larga exhalación lo sobresaltó. Giró la cabeza y vio a una coqueta dama de cierta edad, bien vestida y con sombrero a tono. Ésta apretaba un libro contra su pecho y con los ojos entrecerrados repetía “C’est l’amour, c’est l’amour”.

Cuando la romántica señora se dio cuenta de que era observada, sonrió nerviosamente y comenzó a pestañear mirándolo de reojo. Ruborizada, entreabrió la boca y dejó escapar un prolongado suspiro.

Marcel frunció el ceño, levantó la vista al cielo, movió la cabeza de derecha a izquierda, volvió a escupir sobre las bolas y, mientras las frotaba contra su camisa, pensó que sus amigos ya estaban tardando demasiado.

FO 85703 – 31x19x20 cm (LWH)