El Esquiador

Ya me lo había dicho el instructor de esquí: “Tiene que bajarse en la primera estación del funicular”. Pero no, no le hice caso y aquí estoy… en la última parada, en una pista negra, mirando desde lo alto de la montaña, con los ojos desorbitados, esa interminable pendiente a 45 grados.

Una gota de sudor se desliza por mi frente convirtiéndose en estalactita en la punta de mi nariz. Dos jovencitas me miran, no puedo echarme atrás, pongo cara de “esto es fácil para mí”, me calzo las antiparras, inclino el cuerpo hacia adelante, planto los bastones en la nieve y salgo disparado.

Al día siguiente, en la habitación 215 del Hospital del Valle, abrí el único ojo que podía y vi a cinco doctores a mi alrededor sorprendidos al verme despierto. “Nunca se ha visto a nadie bajar una pendiente a tal velocidad”, dijo uno de ellos. Un enfermero me pidió hacerse un selfie conmigo. Parece que soy una celebridad.

 

FO85537 – 20 x 18.5 x 43 cm (LWH)