El Guitarista

Mi madre siempre me decía: “¡Franck, eres un desastre para la música! Yo me desvivo hablándoles dulcemente a las plantas y tú, ¡cada vez que tocas la guitarra, se me muere una!”. Cuando dije a mi familia que quería dedicar mi vida a la canción, mi hermano casi se muere de la risa y mi padre, de un ataque al corazón. Todos decían que nadie iría a verme, que me iban a meter preso por ruidos molestos, que me moriría de hambre… ¡Qué equivocados estaban todos! No sólo ahora viene cada vez más gente a mis conciertos, sino que además, gracias a todo lo que me tiran sobre el escenario, mi familia abrió una verdulería al lado de casa.

FO 85517 – 17 x 17 x 31 cm (LWH)