La Familia

Era la primera vez que papá había conseguido ahorrar dinero suficiente para llevar a toda la familia de vacaciones. Teníamos una sola maleta, era de aluminio, magnífica aunque demasiado pequeña para todo lo que había que llevar. Llenamos dos grandes cajas de cartón que colocamos en el portaequipajes. Mamá, por su lado, enrolló dos mantas y armó con sabanas viejas tres enormes bultos de ropa. Pero había algo que no debíamos olvidar por nada del mundo: ¡las cañas de pescar! Ya estábamos listos para el “gran viaje”. Coronda, el pueblo donde vivía la tía Celia, quedaba a solamente 100 kilómetros de nuestro hogar, pero para nosotros era todo un acontecimiento.

FO 85049 – 34 x 17 x 19 cm (LWH)