El Saxofonista

Una espesa humareda de cigarrillo invadía el Night-Club. Mujeres ligeramente vestidas dejaban entrever formas demasiado generosas. En las mesas, botellas de whisky y otras bebidas de dudosa destilación satisfacían a un público embriagado entre vapores de alcohol barato. El ambiente era pesado.

A medianoche, cuando “Rita la Salvaje” ya había terminado su número de striptease, el tímido Jack Sax subió a la descuajeringada tarima que servía de escenario. Abrió el estuche del instrumento y desplegó unos cuantos CD de su producción con la esperanza de vender alguno.  Comenzó a tocar, nadie se dio cuenta. El público hablaba, se escuchaban fuertes risas, ruido de sillas y choques de copas. Un espectador sentado cerca del escenario le hacía señas para que tocase más bajo ya que no oía lo que una exuberante señorita sentada sobre sus rodillas le susurraba al oído.

Jack terminó su quinta interpretación, acomodó los CD, guardó el saxo, hizo una mueca como para saludar al auditorio, dio media vuelta y se fue a probar suerte al Jazz Club de la acera de enfrente.

FO 85518 – 19 x 23 x 40 cm (LWH)