New York, Central Park

Cuando se me acercó con esa carita de ingenuo, debí dudar de su inocencia. Sobre todo cuando me preguntó si para jugar al ajedrez se necesitaban  dados.  Como lo vi interesado, lo invité a que jugáramos   una partida. Primero dijo que no, que no sabía, que seguro que era muy difícil, que yo debía ser un experto… y finalmente se sentó.

Le dije que empezara él, con las blancas, ya que era un novato…  Al cabo de  quince minutos me dejó sin ninguna posibilidad de movimiento. No pude parar  un inminente jaque mate y me hizo añicos. Me miró con una sonrisa burlona, levantó su vaso de café como para brindar y me dijo:    ¡Y… qué se le va a hacer! Suerte de principiante….

Esa noche no pude pegar un ojo.

FO 85702 – 34 x 16 x 22 cm (LWH)