El sargento Daniel Pettit nunca había subido a una moto. Ese día todos los otros vehículos habían sido destruídos por el fuego de la artillería enemiga. La única manera de escapar a la emboscada era el sidecar de la moto conducida por el veterano Mike Thebrute.

Estoicamente aferrado a la barra del sidecar, esquivaba las balas que silvando rozaban sus orejas. Dos granadas explotaron a escasos metros, soldados enemigos intentaron cortarles el camino pero el osado conductor arremetió impasible contra las balas y de esa manera salvaron ambos el pellejo.

Luego de una ligera indisposición intestinal que lo alejó del frente durante dos meses, el sargento Pettit pidió traslado a las oficinas del comando central, alegando que era un excelentísimo dactilógrafo. El estado mayor denegó su solicitud.

FO 85007 – 21 x 14 x 14 cm (LWH)