El Gentleman
La escuela no era lo que se dice una verdadera pasión para el pequeño Richard. Su único deseo era conducir alguna vez un gran automóvil.
Una mañana en clase, por no haber hecho los deberes, el maestro le reprendió severamente diciéndole que era un inútil. Le dijo,además, que nunca llegaría a nada en la vida, que jamás nadie se interesaría en él y que sería el hazmerreir de la gente.
Treinta años más tarde cuando Lord Richard Walter Eigler compró este magnífico vehículo deportivo de doce cilindros en línea, despertó con ello celos en el vecindario.
Sus frecuentes paseos al volante de la espléndida máquina por las calles de Coronda City eran siempre causa de miradas y comentarios envidiosos. Esto no afectaba para nada su orgullo sino que más bien le procuraba un sutil y dulce cosquilleo de infinito placer.
FO 85064 – 29 x 14 x 12 cm (LWH)